2. KARMA YOGA INBOUND
Para el yogui ser servicial es algo natural. El Karma o trabajo es lo que uno hace para ayudar. La Escuela de Yoga Inbound enseña a trabajar mucho. Karma es el espíritu de servir sin interés aparte de conectarse con la Conciencia Superior del Yoga o unirse con el Supremo. Pero este trabajo no es realmente trabajo. Es Karma Yoga, pues hasta nos libera de las reacciones de acciones equivocadas del pasado. Y si el yogui está en una conciencia de perfección se vuelve Akarma o servicio sin ninguna relación con lo material. Karma Yoga es servicio devocional amoroso y espontáneo. Es la meta de todos los servicios y formas de actuar. Es algo tan grande que puede establecer nuestra relación amorosa con Dios. En todos los eventos los participantes deben buscar ansiosamente practicar mucho Karma Yoga; pues así también hay una linda atmósfera y todos los deberes como la limpieza de la cocina se cumplen rápida y eficientemente. Por favor no crean que a un director de Banco no le hace bien limpiar una cocina o cortar vegetales. Todo lo contrario, este sería su principal privilegio para purificarse. Karma Yoga es liberase del apego a un solo trabajo “que a mí me gusta”. Es como una prueba de nuestra seriedad. Así es que estén siempre listos para asumir los deberes del Karma Yoga, ya sea por voluntad propia o por orden del profesor de Yoga y propónganse a hacerlo en la mejor forma posible así como tratan de perfeccionar todo en el camino del Yoga.
El hombre es atado por los frutos de su acción. Cuando uno calcula los beneficios y desventajas de cada acción, se aleja de la verdadera meta que es unirse con Dios y no quedar unidos a las reacciones o frutos de las diversas acciones realizadas. Que esta misma acción pueda vincularnos con el Supremo ha sido el tema del Tercer Capítulo del Bhagavad Gita, si una persona ofrece los resultados de sus acciones a Dios, esas mismas acciones lo conectarán con Dios, lo purificarán; mejor dicho lo liberarán del mismo enredo de las reacciones que provienen de estas acciones. En realidad esta información es un gran alivio para todos aquellos que no pueden ni quieren practicar el Yoga de un ermitaño o de la vida monástica, porque ellos pueden actuar y conectar sus actividades con los ideales espirituales. También pueden sentir alegría si ganan una buena cantidad de dinero y apoyan a la causa de su maestro espiritual o pueden dedicar todos sus talentos a las metas delineadas en las Escrituras Sagradas y cuidar a sus familias con el bello espíritu de cuidar a los devotos del Señor.
Karma es trabajo, es una palabra neutral; y el propósito de este trabajo es conectarse con un nivel más elevado de conciencia. Siempre hay muchas cosas por hacer. Un ashram se construye, se decora y se mantiene a costa de actos de sacrificio. Participar en ello se llama Akarma: acción sin reacción y como tal es mucho más porque aniquila las equivocaciones del pasado y por ello se llama justificadamente Karma Yoga.
martes, 17 de abril de 2007
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